1897 se abrió al público, al sur de Westminster, la Galería Nacional de Arte Británico, gracias al dinero aportado por Henry Tate, magnate del azúcar y coleccionista. En 1932 el museo pasó a llamarse Tate Gallery. En 2000 el museo inaguró la Tate Modern, una nueva sede situada frente a la Catedral de San Pablo. La Tate Gallery pasó a llamarse Tate Britain y alberga importantes colecciones como dedicadas a William Turner o a Henry Moore.